No, con Franco no se vivía mejor. Él no creó la seguridad social ni ideó la red de pantanos ni las viviendas de protección social. No acabó con el paro ni facilitó la transición a la democracia. No fue el protagonista de ningún "milagro económico", sino el promotor de una autarquía que sembró el desastre durante casi dos décadas de posguerra. Prometió "ningún español sin pan" y "ningún hogar sin lumbre", pero los condenó durante años al hambre y al frío. Con Franco, la Hacienda no eran todos. Tampoco la pensión de jubilación o la prestación por desempleo fueron logros suyos. El generalísimo no fue un hombre culto. No leía. No tenía conocimientos de economía ni de ciencia ni de historia, aunque se jactara de ello. Tampoco era un trabajador incansable ni ese hombre sagaz de "dos cerebros" como le adulaban sus apologetas. Fue "simplemente, un general de infantería", de genio escaso, que se graduó como alférez con el número 251 de 312.Este ensayo expone la realidad de todas las "aportaciones" del dictador a la evolución de la economía desde la Guerra Civil hasta su muerte. De forma accesible y sosteniéndose