«El odio es un animal hermoso, imposible de encerrar, con sed de sangre. El odio se despereza, se extiende y te atrapa. Se alimenta de tu rabia. Y al final vuelves a odiar. Porque es fácil. Porque lo necesitas».
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información